LA MENTIRA

octubre 4, 2010


Por fin encontré un momento para sentarme a escribir, al fin fui con mi doctora, Jerónimo pasó a mejor vida de manera natural,  Panchito, el gemelo malvado,  sigue haciendo de las suyas, me tortura, me hace sangrar literalmente hablando.

Se supone esto debería ser buena noticia, sin embargo la vida siempre es canija conmigo, le menciono a la Dra. algunos síntomas leves, me toma la presión arterial y su sonrisa se desvanece, me mira incrédula, cambia de brazo y me la toma de nuevo, yo, totalmente relajada, me pregunta: sientes que te zumban los oídos? le respondo que no, me pregunta: te duele la cabeza? le respondo que no, me pregunta que si he sentido adormecido el brazo, le respondo que no, me muestra el baumanometro y me toma la presión de nuevo, 195/95, para una mujer como yo, que he vivido con la presión arterial baja (80/60) toda la vida esto es gravísimo.

Ni tan siquiera me dejaba levantarme de mi silla sin darme la mano, ya me veía convulsionando con un infarto masivo al corazón o un derrame cerebral según sus propias palabras, me preguntó mis costumbres alimenticias, prácticamente parezco un conejo al comer, no me gustan las harinas, no como carne con grasa, el pollo solo la pechuga, verduras en exceso, me pregunta como me he sentido y le menciono que hace meses tuve un gran disgusto, a raíz de eso me dan pequeños dolores en el corazón que me dejan sin aire, no puedo respirar, siento como que alguien desgarrara por dentro este órgano.

La vida es así, me queda poco tiempo, no me he realizado mis estudios por falta de dinero, los cardiólogos cobran un ojo de la cara, en cuanto a fisonomía, dieta y química sanguínea no se encontró ningún motivo para mi mal, falta un electrocardiograma y una radiografía de tórax, dudo que encuentren algo,  respirare hasta que algo mas estalle en mi, puedo soportar todo en este mundo, menos la mentira, HE DICHO